lunes, enero 18, 2010

“Se que se vienen tiempos mejores”, la realidad que esperamos todos.


Que paradojal que estas elecciones presidenciales uno de los candidatos fuera el ex presidente Eduardo Frei, ya que es el primer presidente que seguramente mucho de mis conciudadanos de mi generación, recuerdan la respuesta a ¿quien es el presidente de Chile? su nombre como coro repetíamos para satisfacer al profesor de primaria.

Recuerdo que en ese tiempo no se podía conversar de política, a pesar la consigna tenía mayor rigidez hace 30 años atrás : no hables de religión política ni de fútbol en público; al hablar de tu postura política corrías del riesgo estigma, prejuicios e incluso un rechazo social, antesala de disputas irreconciliables.

Hoy la situación ha cambiado, hay democracia, pero no solamente lo que involucra un aparato estatal que esté sujeto a elecciones periódicas, sino que hemos avanzado a una participación ciudadana, las personas podemos señalar nuestra postura política, podemos dialogar y existe una cultura de pluralismo. Destacamos mucho más allá de lo anecdótico de estas elecciones las ganas de expresar sus opiniones de las personas mediante las diversas redes sociales, incluso muchos con sus opiniones fueron partícipes de las información de los diferentes noticieros.

Esto es democracia, poder expresarnos sin peligro a represalias, pero falta algo que nos logra consolidar más como una democracia madura, no sólo basta la participación ciudadana, sino que el resultado de las opciones de la ciudadanía logrará el equilibrio político propio de una alternancia del poder. Esto obliga a que los ciudadanos tengamos el poder realmente, ser más exigentes al momento de conocer los programas de gobiernos de candidatos presidenciales, exigir una conducta honesta y leal en el área de desempeño de sus actividades como candidato, etc.

Ahora más allá, de los cálculos políticos y de presentar una postura de adherencia a cualquiera partido o conglomerado político, espero que sea el comienzo de gobiernos de alternancia, y que se acaben décadas de gobiernos eternos, ya que se eso provoca que no haya la suficiencia fiscalización, y que existan personas que hagan de la carrera política y la del funcionario público una forma de obtener dinero sin controles, y sólo sujeto a la condición del amiguismo con el sector, que se transformen en verdaderos activistas a cambio de conversar el empleo.

No estamos juzgando ni prejuiciado a los funcionarios públicos, sino que es sano que cambios de gobiernos existan ciertas renovaciones del personal, concursos públicos que no posean como requisito o exigencia tácita pertenecer a un determinado político, (lo cual probablemente no va dejar de existir pero si se aminora) y finalmente el requisito decisorio sea la competencia y eficacia que tenga la persona para el desempeño de sus funciones.

Quizás la gran herencia que nos dejó el conglomerado político que gobernó al país durante 20 años sea la protección y sentar las bases de una democracia, y que ya ha dado un nuevo paso a un cambio de gobierno, y da señales de madurez política por parte de las autoridades que reconocieron los resultados desfavorables incluso 30 minutos de los presupuestados, la reunión de ambos candidatos presidenciales, el apretón de manos y palabras de humildad y que llamen a un gobierno de unidad nacional, son aspiraciones que todos queremos probablemente, pero hay que esperar como se logra efectivamente.

El candidato oficialista como al comienzo de estas líneas señalamos fue presidente, donde el gran error fue todavía caracterizar un mensaje que aludía al pasado, un conglomerado que trabajó por la restauración de la democracia y que fue la más exitosa hasta el momento no fue capaz de reinventarse y quizás lograr un programa que mire hacia el futuro, porque ya basta de volver buscar el pasado y hacerlo presente, si bien, es cierto, una sociedad que olvida su pasado está condenado a vivirlo nuevamente, si ese pasado lo volvemos presente, el estancamiento propio de dolores y cicatrices vuelven a sangrar y nuestra nación comienza a dividirse.

Hoy a mis 22 años, vivo un momento histórico que notó que a título personal es motivo de alegría no sólo por mi preferencia fue la que salio victoriosa, porque creo que es sana la alternancia, es sana la actitud del gobierno, ya que comienza una nueva era en la política chilena no sólo la reinvención del coalición que el próximo 11 de Marzo deja de gobernar, sino también lo que será la nueva coalición gobernante que pondrá en desafío su capacidad de generar acuerdos que vayan más allá de la conveniencia política, sino que sea con altura de miras, nuestro país como centro, y es un llamado a ser más exigente como ciudadanía y ser capaces ya de mirar hacia el futuro, no olvidando el pasado, y construir un futuro de una sociedad más madura e exigente.

Espero que sigamos avanzando con el presidente don Sebastián Piñera durante estos próximos 4 años. Conservando las buenas ideas, y tener la creatividad de generar nuevas propuestas país, sobre todo en los temas trabajo, delincuencia, y educación. “Se que se vienen tiempos mejores”, la realidad que esperamos todos.

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