miércoles, enero 25, 2012

Más jóvenes en política


Hoy en día, más que nunca, frente a la crisis en la educación que llevo a romper los estándares como se venían tomando las decisiones en nuestra sociedad es imprescindible apoyar una visión realmente innovadora: de no sólo como explicarnos los procesos de los movimientos sociales sino tener la capacidad de actuar enérgicamente leyendo las señales a dónde camina nuestra sociedad. Si tardamos un poco, podemos quedarnos atrás, y probablemente no exista mucho que hacer frente al futuro si no tomamos cartas en el asunto.

Muy por el contrario como se puede pensar ante esta introducción, esta visión no es fatalista ni determinista, sino que nos desafiamos a tomar esta crisis como una gran oportunidad, donde está caracterizada por críticas como falta de representación y legitimidad en las decisiones de la clase política.

Creemos que los actores que están hoy en la política naturalmente puedan tener dificultades al enfrentar este nuevo paradigma político-social, donde prima “el cómo tomamos decisiones e involucramos a los actores sociales”  por sobre, “el cuál es la decisión” independiente de criterios de eficiencia y eficacia en la solución de problemáticas.

Este problema en el caso de nosotros los jóvenes-me incluyo-, si bien puede existir, tenemos plena convicción de que tenemos la capacidad no sólo de entender los fenómenos sociales actuales, sino que también lograr ser parte activa de los mismos, a fin de generar señales de participación tal como hoy lo demanda la ciudadanía frente estos tiempos-como ya lo habíamos anunciado-de cambios en paradigmas sociales y políticos.

Somos hoy los jóvenes más que nunca los llamados a tomar las riendas del destino del país, comenzar a crear e incentivar la conducción de las decisiones políticas con liderazgo y visión creativa frente a las distintas problemáticas sociales. En síntesis, el llamado es hacernos cargo como generación de tomar el bastión y liderar el país, en lo social y lo político, en lo religioso y todos los ámbitos en aras de generar una sociedad más justa y de oportunidades.  Y en tanto la autoridad de abrir espacios, comprendiendo que es necesario el recambio generacional, por favor Más jóvenes en política. 

¿Voto voluntario e inscripción automática una respuesta efectiva frente a la crisis de representatividad del país?

El día Lunes de esta semana, se promulgó la iniciativa en el palacio de la moneda, sin escatimar en vítores de alegría frente a un proyecto que hoy comienza a ser de a poco una realidad al proceso de elecciones de nuestro país. Comienza a tomar un cariz especial bajo el contexto del acuerdo político entre las tiendas de Renovación Nacional y la Democracia Cristiana en crear una propuesta que remplace al actual vilipendiado sistema binominal.

La inscripción automática y voto voluntario en palabras de la autoridad de gobierno consiste en que: “todos los chilenos quedarán inscritos apenas cumplan los 17 años de edad, pero sólo podrán votar al cumplir la mayoría de edad”; la ley permite ejercer su derecho a voto a los extranjeros que acrediten vivir en Chile; las mesas ahora serán mixtas, por lo que en algunos casos cambiará el lugar de votación; y la designación del vocal de mesa, de carácter obligatorio, durará cuatro años y será remunerada con 15 mil pesos.

 Es cierto que es positivo que ingresen mayor cantidad al padrón plasmado bajo la mirada de los números: entre los electores, el 80% de los nuevos son menores de 35 años. Entre los cuales destaca los jóvenes que el año pasado marcaron la pauta política clamando mayor participación a través de las distintas manifestaciones sociales, ellos pasarían a constituir un 37% del padrón electoral, versus a lo que hoy representa tan sólo un 13% aproximadamente.

El proyecto de inscripción automática y voto voluntario no sólo trae beneficios a nivel de números que trasunta en mejoramiento del factor de la representatividad, también es motivo de alegría frente al perfeccionamiento de nuestra democracia- El padrón total crece en 55 por ciento-y eso se reflejara en cómo integramos a todos los actores sociales frente a las decisiones políticas cuyo bien es lograr un mayor bienestar social.

 Pero hacemos hincapié en “comienzo”, ya que per se, no es suficiente, ya que esta ley de la república incentiva a la clase política y requiere que ésta genere mejores iniciativas, más cercanas y que resuelven de forma creativa las demandas sociales, esta clase política tendrá el desafío más que nunca de encantar y convocar a la gente a que vote de forma libre y espontánea. La clave por tanto, es el incentivo, promover la acción, y trabajar más por parte de la clase política, ya que de lo contrario sino representan a su electorado en ideas y medidas, ellos no concurrían a las urnas, generando una menor cantidad de votos (bajo nivel de representatividad) o derechamente, dejándolo fuera de ser autoridad de turno.

Con el voto voluntario no sólo se implementa la libertad de votar o no votar, sino que regresa el poder del ciudadano de participar o no en una elección, según a su entender si es o no importante o que estén en juego alguna iniciativa que lo comprometa directamente o de forma colectiva

Sin embargo, podemos detectar los siguientes “efectos secundarios” que esta medida podría traer:

  1. Que sólo votaran las clases más privilegiadas de nuestra sociedad que tenga conciencia de que concurriendo a los comicios electorales hacen la diferencia en la elección de un representante, y por tanto en la defensa de ideas y hacerlas presentes en las instancias políticas representativas. 
  2.  Se corre el riesgo que algunas elecciones sean más representativas o menos representativas dependiendo si existe un interés real subyugado a las contingencias políticas. Por ejemplo: En España tras el ataque terrorista en el metro de Madrid, provocó una alta cantidad de personas que concurrieron a las urnas y que cambio por ese hecho un cambio rotundo en la opción del gobernante de la época.
Todo lo anterior puede ser aminorado si existe aparejado un importante campaña de educación cívica entre autoridades y la sociedad civil, lo cual, que entreguen un rol activo a la ciudadanía. Hasta todo lo relatado pareciera que fuera sólo la clase política que tendría que esforzarse por mejorar sus campañas políticas y propuestas, pero la verdad de las cosas que constituye un trabajo mancomunado: en la medida que la sociedad siga bien empoderada en sus derechos, las autoridades tendrán una actitud más eficiente frente a sus demandas. Y en la medida que en la solución incluya a todos, se fomentara la participación y un desarrollo en conjunto como sociedad.

Finalmente, concluimos que la inscripción automática y voto voluntario constituye un verdadero aporte en el perfeccionamiento y modernización de la democracia de Chile, pero insistimos que es el primer paso dentro de una agenda de reformas políticas que responda efectivamente a una ciudadanía que clama por más participación. Creemos que es importante una campaña informativa en el marco de un programa de enseñanza de educación cívica que valorice la importancia del sufragio como herramienta de generar cambios sociales. Un punto a destacar de la ley, es la posibilidad de renovar el padrón, que no sólo sea a nivel numérico, sino que se traduzcan en políticas que incluyan a los jóvenes que sin experiencia como los más adultos, pueden entregar visiones más refrescante y más creativas para resolver los distintos problemas que nos aquejan como sociedad.